"... I now knew... I will be with the people, and I know it because I see it etched in the night that I, the eclectic dissector of doctrines and psychoanalyst of dogmas, howling like one possessed, will assault the barricades or trenches, will bathe my weapon in blood and, mad with fury, will slit the throat of any enemy who falls into my hands."
Desde luego es un pasaje curioso. El apasionamiento y el candor me recuerda a mí mismo joven, inexperto, expresando mis sentimientos en clave de película hollywoodense.
No obstante, es el momento en que expresa su despertar de conciencia. Ha estado viajando por América del Sur y seguirá haciéndolo tras su licenciatura en medicina. Se aboca a una vida vagabunda y todo hace pensar que se deja llevar.
Se deja llevar...
Le vemos leyendo intensamente literatura, sorprendiendo a propios y extraños por su búsqueda de la soledad entre los intersticios de una vida social siempre activa, su capacidad para ir incorporando las lecturas e ir ensayando sus opiniones en reuniones sociales de todo tipo. Pero no es un superdotado. Es alguien sensible que busca algo sin cesar. No ha sentido ningún apego a partidos políticos organizados o a ideologías concretas. Se siente más cercano a la gente sencilla y es sensible al abuso que se percibe por doquier en la América Latina de los años cincuenta. En un momento dado, mientras está en Guatemala más involucrado en aspectos políticos interamericanos, siente el despertar de la conciencia y lo expresa con ese entusiasmo juvenil.
¿Sería posible un "Che" hoy en día?
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