He comenzado Ligero de equipaje: vida y obra de Antonio Machado (Aguilar, 2006), de Ian Gibson.
Creo que fue a finales del pasado octubre, mientras deambulaba entre los estantes de una luminosa tienda de prensa y libros del aeropuerto cuando me llamó la atención desde la balda más baja de la estantería, casi desde el suelo. Lo hojeé y pensé que sería muy interesante conocer en detalle al poeta melancólico.
Compré el libro más adelante y ha estado en la biblioteca hasta ahora. Esperaba su turno.
Me adentro ahora en la vida del tímido personaje que aparenta moverse por la vida al ritmo de los golpes que va sufriendo.
La primera sensación que tengo mientras avanzo con rapidez por los primeros capítulos es que el autor no llega a adentrarse en la personalidad del poeta ni tampoco realiza una crítica literaria de su obra. En momentos especialmente intensos, aquéllos en los que es precisa una revisión crítica, se ciñe a lo que otros biógrafos han indicado con anterioridad sin aportar más que algunas indicaciones sobre las que, en su opinión, fueron los motivos de determinadas decisiones de Antonio Machado.
Sin embargo, a medida que me voy adentrando en los años previos a la Guerra Civil española y, sobre todo, en los años de la guerra durante los que el poeta va consumiéndose físicamente como si él mismo encarnase la agonía de la República, Ian Gibson resulta ser mucho más detallista, incisivo y crítico. Aflora el investigador que conoce bien esa etapa y a la obra de Federico García Lorca.
Es muy posible que pasar con rapidez de la intensísima biografía de Ernesto "Ché" Guevara de Jon Lee Anderson a la de Antonio Machado haya condicionado mi primera percepción de la calidad del libro.
No creo que este Ligero de Equipaje de Gibson sea una aportación fundamental a la investigación literaria o histórica pero sin duda alguna es un libro excelente para conocer a un filósofo y a una época. Al hilo de esto encontré por casualidad una declaración de Gibson en un artículo publicado en El País el 28 de Febrero titulado "La muerte de Miguel Hernández es un símbolo de la España que pudo ser y no fué".
Gibson presenta su libro Cuatro Poetas en Guerra (Planeta) diciendo:
... que en su libro no hace grandes revelaciones sino que recopila documentación variada, de la biblioteca municipal y también procedente de alguno de sus estudios anteriores (como Pasión y muerte de Federico García Lorca o Ligero de equipaje. La vida de Antonio Machado), para ofrecer “un relato ameno” para aquellos jóvenes que quieran saber qué le ocurrió a sus abuelos.
Me ha gustado el libro. Me ha invitado a buscar más bibliografía sobre Machado y su época. Me ha exigido leer con mucha calma su poesía. Supongo que es lo mínimo que puede pedirse a un libro pero, aún así, no puedo dejar de recordar la revelación que supuso para mí leer ciertas poesías -especialmente las de Garcilaso de la Vega- de la mano de Dámaso Alonso en su Poesía Española, Ensayo De Métodos y Límites Estilísticos publicada por Gredos en 1987.
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